La autorregulación emocional es indispensable para afrontar conflictos de manera asertiva, controlar la impulsividad y la frustración, expresar las emociones apropiadamente y mejorar la calidad de vida y el bienestar subjetivo. Sin embargo, en la educación superior se privilegia la formación en el componente cognitivo y no se suele considerar la formación socioemocional de los estudiantes. Asimismo, la regulación emocional ha sido escasamente estudiada en Colombia. Por lo tanto, este artículo busca identificar la regulación emocional de docentes en formación. Se administró el Cuestionario de Desarrollo Emocional para Adultos (CDEA) a 311 estudiantes de educación infantil, pedagogía infantil y educación especial de Bogotá, Colombia. Se encontró que los docentes en formación presentan bajos niveles de regulación emocional, lo cual se expresa en impaciencia, intranquilidad, estrés, rabia e impulsividad. Esta conducta es preocupante, pues los docentes en formación deberán interactuar diariamente con niños y niñas del primer ciclo de educación formal, quienes aprenden principalmente del modelo de los profesores. Los hallazgos confirman la necesidad de formar socioemocionalmente a los futuros docentes para que diseñen e implementen estrategias didácticas para desarrollar la inteligencia socioemocional de sus estudiantes.
Se encontró que los docentes en formación presentan bajos niveles de regulación emocional, lo cual se expresa en impaciencia, intranquilidad, dificultad para relajarse, y se dejan llevar fácilmente por la rabia y actúan bruscamente. Lo cual es preocupante, para personas que interactúan diariamente con niñas y niñas del primer ciclo de educación formal, lo cual se agrava al considerarse que en esta edad se aprende principalmente del ejemplo.
Los hallazgos confirman la relevancia de trabajar en formación socioemocional desde la educación terciaria, con el propósito de fortalecer las competencias en las licenciadas, quienes a su vez la ponen en práctica con la población infantil. Es así que, una vez se conozca el nivel en las restantes competencias socioemocionales (conciencia y autonomía emocional), competencias para la vida y el bienestar y competencias sociales se tenga un panorama claro que permita diseñar e implementar una estrategia pedagógica que no sólo incida en su formación, sino que adquieran habilidades y herramientas de enseñanza emocional para las infancias.